E iremos viendo...

jueves, 11 de septiembre de 2014

Yellowstone Park.

Como ya comente en uno de los días pasados, que si Yosemite Park fue donde se creo el mundo, y aquí fue donde se crió en su estado mas salvaje, rodeado de una naturaleza esplendorosa.

La llegada a este parque fue de lo mas bonita. Reconozco que me había quedado sopa, ya que tanto coche, la digestión y el día, que estaba algo nublado, pues como que daba al cuerpo el momento mas idóneo para quedarse sopa. jejej.
Como era Javi el que conducía, no pude evitarlo y caí. Ya sabéis, mi media hora de siesta como buen españolito después de comer, y que en todo el viaje me ha ido acompañando en cada lugar donde me encontraba  :)
Como decía, yo dormido, Javi conducía, era él el que me despertó después de ir varios kilómetros disfrutando de unas vistas preciosas de largos mantos de pinos. Unas extensiones que no se terminaban nunca, y de unas praderas que separaban la carretera de donde comenzaban los pinos.

A pesar de que allí si que tiene que llover y que hay mucha humedad, el colorido de estas praderas era una preciosidad. Una mezcla de amarillos, verdes, tostados, y a continuación los pinos extendiéndose durante kilómetros.
El despertarme mereció la pena.

Cuando llegamos a la entrada del parque, fue mas espectacular todavía, ya que una manada de cientos de búfalos pastando rodeaban la entrada. Mira que ya había visto alguno en este viaje, pero nunca tantos. Machos, hembras, crías, todos por allí mezclados creando una maraña de lomos negros.

Como pudimos y despacito fuimos entrando al parque y allí una caseta con una señora entrada en años nos recibió pidiéndonos el pase para poder entrar o pagar la entrada, como en cada parque que hemos visitado. Entrega de mapas, algunas explicaciones de donde poder encontrar alojamiento y de como comportarnos dentro del parque, y de golpe, PIIII, PIIIII... un coche pitando a unos búfalos que se habían puesto a cruzar la carretera de salida del parque y que debe de ser que los animales se habían entretenido a charlar o yo que se, por que parece que el hombre se puso nervioso.
¿Y que se le ocurre al buen hombre? Pues pitar para espantarlos. y claro, primero, no te das cuenta pedazo de animal, y no me refiero a los búfalos, que un bicho de estos, como le asustes te mete un golpe al coche que te manda al otro lado del parque. Que no son mascotas que puedes asustar. Que son bichos en estado salvaje tan grandes como tu mierdecilla que coche. (No el nuestro que era un mega coche)
Y dos, ¿Que paso? Pues que aquí la abuelilla de la caseta, salio dando unas voces que ríete tu de la negra de San Francisco. Ya lo comente en alguna otra de las publicaciones. A estas señoras de los Estates Unidos, que contratan para trabajar cara al publico, las tiene que dar de comer altavoces, si no no me lo explico. Yo que me había salido del coche para hacer alguna foto, me metí corriendo de nuevo del susto que me dio la señora.

En fin, que empezamos a hacer carretera, ya que habíamos entrado por la entrada del Sur.
El parque tiene cinco entradas, una en cada extremo del parque, mas una mas en la zona Nor-Oeste.

Como ya os comente en lo que escribí sobre el día del Cañón del colorado, Lake Power y Sant Lake city, el alojamiento lo teníamos en un lugar llamado Cody, aunque yo diré siempre que era el mas haya donde iríamos a dormir esa noche.
En fin, que ya sabéis como fue ese larrrrrgo y tortuoso recorrido.( Lo podéis leer en esa parte del blog para volver a recordar  :)) Pero lo que no sabéis es todas las maravillas que fuimos viendo en esas cuatro horas que tardamos en hacer le recorrido desde la puerta sur a la puerta Oeste. Parecía un Madrid- Málaga. Que largo se hizo.
Pero mereció la pena.

Fuimos haciendo recorrido por esa parte del Parque.
Primero las llanuras de esos colores que ya os he comentado tan bonitos y que se extendían kilómetros y kilómetros, con mantos de pinos, o de ríos de pocas profundidad que las cruzaban.
También tuve la ocasión de ver  algún ciervo o venado pastando y algún lobo me pareció ver a lo lejos.
Todo era nuevo y no sabia donde poner la mirada de la grandeza con la que me encontraba.

En un momento del recorrido llegamos a que pasar por el lago Lewis, y yo pensé, a mira, este debe de ser el Gran Lago, según el mapa que lo levaba sobre mis piernas. Pero que Gran lago, ni que niño muerto, el GRAN LAGO vino después, y si, con mayúsculas lo pongo, ya que eso no era un lago, era el mar. Si es que tenia hasta olas.
Enorme, no podía alcanzar el otro lado con la mirada. Que pasada. Y lo mejor, que llegamos al atardecer, así que pare el coche que esta vez conducía yo, y pude hacer algunas fotos desde ahí, ya que no sabia si al día siguiente tendría esa oportunidad.

A partir de aquí empezó la subida, ya que una gran cantidad de montañas empezaron a  rodearnos. Muchas de ellas con arboles secos que todavía seguían de pie, y no se desde cuando, pero tenia que hacer algunos años, ya que otros arboles estaban creciendo a sus pies y ya cubrían una buena parte del suelo creando grandes alfombras verdes.
En otras partes, grandes risco, cortados a golpe de cincel partían la montaña, creando unas caídas de muchos metros de altura.
Era alucinante conducir por esa carreterita de un sentido a cada lado, con esas vistas. Pero poco a poco deje de verlas, ya que empezó a hacerse de noche y tuve que poner las luces.

No se si lo sabéis, pero si no os lo digo yo. Yo de noche no conduzco. Nada. Bueno conducir no lo hago ni de noche ni de día. Que antes de este viaje cogí el coche de mi hermano el verano pasado para ir a Ikea de Vallecas y volver. Y eso fue todo.
Ademas de que ya tuve una mala experiencia camino de Cadiz hace unos 17/18 años mínimo. Mala experiencia se le puede llamar a ir conduciendo y dejar le coche siniestro total del accidente que tuvimos. Si, conduciendo yo, ¿que pasa? Una mala experiencia.
Así que a partir de ahí, como que le cogí respeto a conducir de noche. Que no miedo.

Bueno, a lo que iba, a mí, que me gusta afrontar mis miedos me dije, tira palante, no digas nada y déjate de respetos. Y dicho y hecho, después claro está de encomendarme a mi Angel de la guarda que me cuidara y me llevara bien.

Seguimos por esa carretera, a veces acordándome de los coches que venían de frente con las luces dadas, y otra de los que venían detrás, que no se que eran peores, ya que si fueran coches como los de aquí, la luz no me molestaría tanto, pero como eran Rancheras, que son mas altas, pues las luces parecían las linternas que te ponen en los ojos cuando te miran la vista. Ni un pijo veia en algunas ocasiones, así que me tocaba pegarme a la derecha y dejarles pasar.
Anda y vete a t...........

En fin, la historia de la llegada al hotel ya sabéis como es, y si no, volver a leer el ultimo día escrito.
Yo solo se que llegue muerto y deseoso de meterme en la cama.
Y claro, noche cerrada, no pude ver nada del parque a partir de que se hizo de noche. Así que mañana esperaba poderlo hacer.

A dormir en el Hotel Wester Hotel 6. Cómodo y tranquilo. A esas horas que esperaba encontrar, si no pudimos ni cenar.. :)


Al día siguiente, después de la ducha y salir del hotel ya desayunados, vuelta al coche y a hacernos las 95 millas que habíamos hecho para llegar a Cody.
La caseta de la entrada Este nos recibió, pero esta vez no había los búfalos que había en la Sur, aquí solo naturaleza. La entrada a un parque normal parecía.

Empezamos con la subida que por la noche no habíamos podido ver el día anterior, y que está vez nos deleitaba con unas vistas tan bonitas como era todo el parque.

Me estoy preguntado, que pudo pasar o que incendios tuvo que haber, para dejar una buena parte del parque destrozado y chamuscado, ya que por muchos sitios se veían los arboles secos y calcinados que todavía no habían llegado a caerse, pero que ya a sus pies arbolillos de distintos tamaños estaban ya creciendo.
Había sido provocado? Ya que por lo que he podido leer, en algunos lugares hacen incendios controlados para poder destruir naturaleza y que pueda rebrotar con mas fuerza. Se les habría ido de la mano, o es que la madre naturaleza, sabía ella, había provocado con alguna tormenta esa destrucción? La verdad que no se que pudo pasar,pero lo que fuera, tuvo que ser horroroso, ya que ver arder tanto bosque, tiene que dar mucho miedo.
Fuera lo que fuera, la naturaleza volvía a estar esplendorosa.

Fuimos subiendo la montaña por un lado y bajándola de nuevo dirección hacía el Gran Lago, para luego ya en el, poder girar en dirección contraria a la que habíamos entrado, ya que los planes de ese día era hacer de Este hacia Oeste, para salir al final del día por aquella salida, dormir por allí y al siguiente día volver a entrar por el Oeste y terminar saliendo por la entrada Sur, la que habíamos entrado el día anterior. Osea, un recorrido en circulo de el parque.

Fue un recorrido de dos días los que tardamos en poder ver el parque completo, sin parar de coche esos si, sino, seria imposible verlo. Se necesita una semana para poder visitarlo en condiciones.

En fin, llegamos al cruce que teníamos que coger para seguir nuestra ruta, está vez hacía arriba, dirección Valle Hayden.
Un lugar de una planicie que me permitía ver kilómetros a la redonda y por el que serpenteaba el rió Yellowstone. El cual viene bajando en dirección contraría a la que nosotros llevamos, y que dejaba detrás de si, pero delante nuestra, el salto de agua mas bonito que he visto en mi vida.
El Lower Fall. Un salto de agua de 94 metros de altura.
y que a muchos cientos de metros a la distancia, podías escuchar el retumbar del agua al caer.

El poderlo mirar desde el mirador y ver esa caída. El como ha ido erosionando la montaña, e imaginarse la fuerza que tiene que tener en la primavera, cuando el calor derrite la nieve de las montañas.
I M P R E S I O N A N T E...
E S P E C T A C U L A R...
A L U C I N A N T E...
Y todo él, rodeado de vegetación.
De verdad que o tengo palabras. Es para verlo.

De ahí seguimos subiendo dirección norte hacia Tower-Roosevelt, donde encontramos el árbol petrificado. No me preguntéis como se hizo, ni desde cuando está ahí. ( mi ingles, ya sabéis, que no da para leer los carteles explicativos)  Solo se que es un tronco que tienen rodeado de una verja, que me imagino sera para que nadie se lleve un trozo de árbol fosilizado o para que nadie lo toque. Pero vamos, que no es que sea gran cosa, y que se ve por la poca cantidad de gente que había por allí o en el resto de la carretera.
Aun así, la naturaleza seguía siendo algo muy digno de ver.

Vuellllta al coche, y vuellllta a hacer mas millas. Seguíamos dirección salida Norte, ya que al norte ya estábamos, pero ahora era linea recta hacía la esquina de arriba, dirección Mammoth Hot Spring: No se que de la primavera caliente.

Yo creo que ya está zona es la zona de lo que llaman la caldera, ya que varios geiseres había empezado a ver en este camino. Con alguno nos paramos e hicimos alguna foto, pero no era nada comparado con lo que veríamos después. Ya que en Yellowstone hay mas de 300 geiseres.
¿Imagináis que pasaría si les da por estallar en ese momento? No me salva ni mi ángel de la guarda, que pobrecito mio, lo que le hice trabajar este verano.   :)

Y llegamos a Mammoth Hot Spring. Nos bajamos del coche y DIOSSSS MIO, que vistas.
Un recorrido por una pasarela de madera, nos llevaba recorriendo esa terraza que geiseres.
Que colorido debido a los sulfatos del agua.
Que maravilla ver salir agua de un sitio, vapor de otro, aquella piscina como burbujea, de aquella otra mira el agua tan azul turquesa que tiene, si es que parece el Caribe.
Mira que color blanco rodea esa poza, y mira ese azul y amarillo de aquella otra.
De verdad, lo vais a ver en las fotos.

Y lo mejor de todo, que llegamos al atardecer y pudimos ver la puesta de sol allí..
Ahhhhh.. que orgasmo para la vista. Que colores, y por que no decirlo también, que olor del sulfato. Había momentos que el no tener olfato se agradecía, como es mi caso, pero había otros que eso no me salvaba, y un tufillo se me metía por la nariz.
La mezcla de Ahhhh   :)   y Ajjjjjj   :(    se mezclaban.

Se estaba marchando la luz y teníamos que salir del parque. Pero está vez le deje a Javi conducir, yo ya había conducido mucho durante todo el día.
Ademas, está vez no teníamos alojamiento y había que buscarlo por nuestra cuenta.

Seguimos está vez dirección Norris, ya bajando hacía la salida Oeste del parque. Allí también había un geiser, pero daba poco tiempo, así que poca parada hicimos por aquí.
Ya nuestras pupilas con lo que habían visto tenían suficiente y nuestros cuerpos como que mas o menos de lo mismo.

y de ahí hacía Madison, la salida Oeste. Y ya con lo que habíamos visto, hale, tira para casa.

¡¡¡¡ Pero que dices, estás tonto o que, para, para...!!!!!

Otro recorrido por una pasarela y esta vez por montaña.
Que si, que muy bonito, pero lo mejor el pueblecito en el que estaba, ya que allí a sus anchas, pastando en aquel parque o en aquella rotonda, cruzando la carretera o quedándose en medio haciendo no se el que, una manada de varias hembras, crías y algún macho de venados, a sus anchas. O que tenían la zona como lugar de residencia porque les cuidaban muy bie, o no. Pero de verdad que allí se movían entre la gente como si tal cosa.
Alguna foto me pude hacer, no muy cerca, que a mi no me conocían, y no era plan de cogerse muchas confianzas con esos bichos que podían llegarme a la barbilla. Y menos con el macho de la manada. Con ese distancia.

Venga que si, que ahora ya si que nos vamos del pueblo, no sin antes haber cogido la salida equivocada y tener que volver de nuevo a hacer los 40 km que habíamos hecho de ida. Así que hale, otros 40 de vuelta, mas los que nos tocaban para salir de verdad del pueblo.

Está vez, nos alojamos en el primer pueblo que vimos, no sin antes tener que convencer a Javi de que no sabíamos los precios de los hoteles, que para que nos íbamos a ir mas lejos, que mejor mirar ahí y ya descansar. Que cuanto mas lejos, mas tiempo para volver a entrar al parque y mas gasolina al día siguiente.

Encontramos un hotel normalito y de buen precio, eso si, sin breakfast al día siguiente. Pero bueno, tenia buena cama.

Y como era menester en nuestro viaje, levantarse, ducha, vestirse, maletas al coche y a la carretera de nuevo, eso si parando a desayunar en el pueblo donde estábamos.
Que bueno es a veces dejarse llevar por el instinto, y otras, seguir con lo ya sabido. ¿Que por que digo esto? Por que me guié por lo que ya sabía. Desayune una Omelette de Cheese, con tostadas, osea, tortilla de queso con tostadas y mi café de rigor doble, y Javi se pidió un engrudo de algo, que se dejo la mitad y encima le dejo con mal cuerpo. Pobre.

Era nuestro ultimo día de coche,bueno, nuestras ultimas horas,ya que esa tarde lo teníamos que dejar en Yackson Hole.
Aun nos quedaba la mañana para poder seguir viendo lo que nos quedaba del parque y llegar a las cuatro al aeropuerto donde dejaríamos el coche y volaríamos hacia Chicago. tercera parte de nuestro destino.

Volvimos a entrar por la salida que habíamos salido la noche anterior, la Oeste y está vez ya saldríamos por la Sur.
Todo seguía siendo precioso. Grande explanadas de colores muy bonitos. Grandes bosques. Ríos pocos profundos en los que podías ver el fondo y que se movían en varias direcciones. Siempre había alguno por el que cruzar, o llevarlo a un lado u otro de la carretera. En algún momento se alejaban de ti siguiendo su camino, pero rápido otro afluente volvía a tenerlo cerca.

Seguimos cruzándonos con bisontes. grandes manadas que a pesar de no ser de allí, habían sido llevadas para que se multiplicaran y no desaparecieran de la faz de la tierra, creando así un habitad para ellas.
Mas ciervos y Alces.
Águilas, Alcones, Buos, un sin fin de animales y aves que se movían en un estado natural para ellos a pesar de la gente y el trafico que había hoy al ser domingo.

Llegamos a Madison, el pueblo de los venados, pero que está vez, sin entrar en el, seguimos nuestro camino dirección Old Faithful.
En ese recorrido pudimos ver, Lower Geiser Basin,
                                                 Midway Geiser Basin,
                                                Upper Geiser.
Osease, Geiser, Geiser y otro geiser.
Y no es que este diciendo que visto uno, visto todos, para nada. Lo que ocurre, es que es lo mismo, en entornos distintos, y la verdad que muy chulos cada uno de ellos, pero que os voy a contar. Agua evaporándose por las temperaturas con las que salían. jejej

De ahí hacía West Trumb, donde estaba la salida Sur, la que teníamos que coger hacia Jackson Hole. Pero eso si, antes de irnos.... oooootro Geiser..

Queríamos verlos todos, a pesar de que íbamos a contra reloj, Sabíamos que a las tres teníamos que salir del parque o si o si.
Y ahí que íbamos nosotros corriendo, cámara y tablet en mano para poder hacer las fotos necesarias y corriendo al coche de nuevo para ir al siguiente punto.
Eramos como las excursiones esas que te dejan una media hora para ver el lugar, hacer la compra de los regalos y hacerte la foto de rigor.
Encima, todo esto con el consiguiente de que teníamos que aparcar el coche en el parking del sitio, y que encima al ser domingo, estaba todo petado, así que una vuelta, dos vueltas, tres vuelta, hale, a subirlo al bordillo y dejamos los indicadores de dirección encendidos para que sepan que volvemos corriendo.

Aun así, pudimos verlo todo y salir del parque a la hora acordada.
Nuestra ida hacia le aeropuerto de Yacson Hole, era bordeando el parque nacional del Gran Teton.
Y preguntareis que por que lo nombro si no llegamos a ir por el. Pues muy sencillo. Yackson Hole no es que sea una gran cosa, pero si es conocido por sus montañas donde la gente va a esquiar. Parece ser que es uno de los lugares mas bonitos y que mejor están por esas zonas, y la verdad es que siendo verano, las vistas eran alucinantes.

En fin, que llegamos al minúsculo aeropuerto que mantienen cerrado y que solo abren cuando se va o llega un avión. La misma señora que te da el billete al facturar, es la que te lo recoge cuando entras al avión, y la misma que mueve la bandera roja en señal de que el avión puede despegar.
el señor que te coge la maleta y la pone en la cinta, es le mismo señor que las carga en el avión, y el mismo que con el cochecito se lleva el avión a la pista de despegue.
Vamos que debe de ser un guardes y su señora los que controlan todo el cotarro, por que por allí pocos mas había. jejej

Nos despedimos de nuestro Magda que tanto bien nos había dado en el viaje, que buenas siestas me había podido dar en él y que muchas tensiones había soportado entre Javi y yo después de tantas horas dentro de él.

He decidido que si algún día tengo coche, sera uno Automático y como nuestro Magda.

Chicago, alla nos vamos..


























































domingo, 24 de agosto de 2014

Chicago

Haber si después de tantos días consigo recordar como fueron las tres noches y dos dias que pasamos en Chicago.
La llegada si que la recuerdo,. Cojimos un taxi desde el aeropuerto hasta el hotel. Y la salida del aeropuerto fue fácil y sin complicaciones. Bueno la verdad es que todo el viaje ha sido fácil y sin cosas raras que le puedan pasar a uno en los aeropuertos (registro de maletas,  vaciado de mochila, cacheos, llevadas a otras habitaciones, etc..) bueno solo el primer vuelo a Javi, pero fue poco.
Aunque eso si llegamos muy tarde al hotel. Fue llegar, intentar cenar algo, y lo único que encontramos abierto fue un Donkin's Donuts que abría las 24 horas, y menos mal que vendían unos bocatas de pechuga de pollo buenísimos y no sólo los clásicos donuts de siempre. Ya que tengo que reconocer que cada vez me apetece comer menos dulce.
En fin, que después del bocata solo daba para una cosa, irse a la cama.
El primer día bajamos justos de tiempo al desayuno, y a pesar de que la china ya andaba recogiendo, nos dio tiempo a poder coger un poco y poder comernoslo, eso si, a los que llegaron después ya les habían cerrado la puerta.
Salimos del hotel preguntando donde estaba el metro, y con mapa en mano, nos pusimos en camino hacia el centro.
Lo más curioso del metro es que va sobre raíles elevados, nada de subterráneo como en otras partes. Para entrar a la estación tienes que subir unas escaleras que te llevan al anden y a las taquillas. Sacas tu billete y ale, mientras vas al destino deseado, vas viendo como vive la gente, como hay una reunión en este o aquel despacho, como trabaja la gente en las oficinas. Es muy chulo.
Eso sí, se mueve más que un garbanzo duro en la boca de un desdentado. Que trajín. Entre la velocidad que coge, las curvas,  el estar sobre unas vigas inestables. Vamos que te zarandea en plan Homer Shimpsom a Bart cuando le engancha del pescuezo. Eso sí, dicen que es muy seguro.
Llegamos a la estación que habíamos dicho de bajarnos rodeados de elevados rascacielos. Estaba todo como en un cogollo circular,  donde el tren daba una vuelta y te ibas bajando según la zona o edificio que desearás bajarte. Tuvimos el acierto que según nos bajamos un Starback nos daba la bienvenida. Que habría sido de mi sin esta cadena de cafeterías.
Que incorporado a esta sociedad me he sentido con mi café en la mano todos los dias, me sentía uno más de ellos.
Y ya con mi chute de cafeína en la mano, esperando a que se enfriara, porque hay que decirlo, caliente si que te ponen el café, nos pusimos a caminar sin rumbo fijo, mirando de un lado a otro y sobre todo hacia el cielo, ya que estas moles de edificios impresionaba verlas. Tanto cristal, acero inoxidable, piedra.
Mirar donde mirases, veías algo distinto. Que si los jardines en la acera tenían música y una especie de lámparas con bombillas de colores,que al ritmo de la música que sonará, se encendian, se apagaban, o cambiaban de color.
Que si unos escaparates con maniquíes que se movían.
La gente al pasar, como vestían, que caras llevaban, los móviles que utilizaban que parecían azulejos de cocina por grandesy por las fundas que utilizaban de decoradas, bolsos, zapatos, complementos.. Todo llama la atención.
Fue un día de no parar de caminar de una calle a otra, giramos por esta, nos metemos por aquella. Mira aquel edificio, vamos hacia allí. Mira esa fachada con un sapo enorme en ella.
Terminamos en los parqués que hay en un lateral de Chicago. Una zona que han ido haciendo parques uno detrás de otro en fila,  manteniendo grandes edificios emblemáticos de separación entre estos.  (Un museo, un ministerio, etc. ) Hasta llegar a una plaza enorme con una fuente que lanza un chorro a gran altura.
En el primer parque estaba el auditorio al aire libre. Era un diseñó de...  super chulo y bonito, haciendo como olas.
Al llegar estaban ensayando un par de números del musical Anni. Uno solo de la banda y otro cantando la niña. Genial la voz de la pequeña, y la banda ya no os cuento.
Y toda la zona de césped donde la gente podía estar tumbada en mantas, llena escuchando, más todo lo que es el auditorio con las sillas.
Debe de ser que en verano y cuando hace bueno, la gente lleva comida y bebida, y se reúnen allí al final de la jornada laboral, ya que además hacen festivales de música y cine gratuitos para todo el mundo, en la mañana para los niños y en la tarde para los ya no tan niños.
Seguimos paseando viendo los parques, y al llegar al último,  vuellllllllta larga por detras volviendo por la zona del río que luego da al mar.
No se lo que pudimos caminar, solo se que mis gemelos ya estaban a la altura del culo y más duros que los de cualquier chulo de gym. Ni un paso más podía dar, que dolor de piernas. Me estaban repitiendo los mismos dolores que días atrás en los parques y que en Madrid antes de venir, y eso empezaba a preocuparme, ya que me quedaba lo mejor, y con piernas así no podía forzar mucho, ya que lo siguiente seria la ruptura de fibras de gemelo que ya me había pasado alguna vez.
Así que con mapa en mano vimos la forma de volver.  En esto estábamos cuando un señor muy amable nos ayudó a buscar la mejor forma, saco su móvil, busco una aplicación y nos indicó que bus coger para llegar antes, ya que estábamos bastante retirados.
Después de indicarnos nos ofreció hasta dinero para el autobús. Gracias Sir, llevamos Ticket subway (bonometro) y de ahí despacito, volvimos al hotel en bus.
Como veis volvimos al hotel cansados y con ganas de un buen baño que me ayudase a relajar la tensión de las piernas, un masaje que me di y ale a  tirarnos a las calles a ver la cara nocturna del ambiente gay de Chicago.
Una cara que la primera noche no estuvo mal.
Primero descubrimos que estábamos como a unos 15 min caminando de donde estaban los bares, tiendas y lugares de ocio del ambiente gay,  y que al entrar en dicho barrio, las farolas estaban en la mitad hacia abajo iluminada por los siete colores de la bandera gay y que era la forma en la que estaba dividida la larga calle. Cada tramo de calle un color distinto.
Luego además tenia un listado de todas los locales que allí había, y que para saber donde estaba cada local, te ponía al lado el color de la calle en el que estaba situado.  
Un ejemplo: La tienda ¿Mary I'm? Color naranja al lado.  Pues ya sabias que la tienda estaba en tal extremo de la calle.
Y así todo, aun así nos recorrimos toda la calle para verla.
Cenamos en un restaurante donde nos recibió un chaval muy mono, pero que según vio que no hablábamos inglés, se desentendió de nosotros y mando a un "Chavo mexicano la mar de relindo" que nos atendió divinamente.
Y de ahi nos aconsejo entrar al único bar que estaría bien en esa noche, y que la verdad si que lo estaba.
Un bar enorme con tres ambientes distintos y muy faxion. Y sobre todo, muy, muy divertido, ya que en todas partes había pantallas de televisión en la cuales ponían números de musicales, y no os podéis imaginar a un centenar de tios cantando a la vez la pieza del Rey León en que el mono enseña a Simba al pueblo. O de la película El Mago de Oz cuando la bruja mala se enfada. O el de la película Sixter Ack de Goopi Wolver, cantando todas las monjas a la vez. Era para ver como gesticulaban, como hacían los pases de baile o los coros.
Ahí había muchas horas de ensayos.
Me lo pase teta viéndoles y escuchándolos cantar y reírme ya no os cuento.
De ahí fuimos a otro bar,  pero como nos habían comentado, este estaba muerto, así que ale, otra cerveza con creo que un sarcasmo del camarero al dejarle Javi un dólar de propina por las dos cervezas, y al hotel a dormir. (Mínimo son dos dólares por cerveza)
Hotel cómodo y limpio, algo pequeña la habitación y la cama, que para cuando se está en pareja muy bien, cuando es con amigo, faltaba medio metro por lo menos. 
Al día siguiente nos pusimos pilas para bajar a desayunar y no nos pusiera mala cara la china, pero joer, nos tuvimos que sentar casi en la recepción en dos sillones ya que no había quien pudiera sentarse de la de gente que había. Al final del salón en un sofá y con dos puff para las piernas como mesa tuvimos que sentarnos.
Ale, mochila a la espalda y al metro elevado de nuevo. Llegada al centro y .... ummm, parece que se esta nublando.
Ha sido un poco nuestro sino en este viaje. No se que dios será el de la lluvia, pero creo que se vino de vacaciones con nosotros.
Coffe de medio litro en la mano y a pasear de nuevo, con algunos planes ya establecidos que teníamos. Subir al edificio más alto para ver la ciudad, paseo en el barco por el canal de la ciudad y ver un musical que hacían en el parque gratuito para todo el mundo.
Empezamos a caminar y solo me dio tiempo a caminar media manzana después de haberme comprado la taza de desayuno de recuerdo, que por cierto me llevo tres de distintos lugares. De algunos sitios no he comprado por miedo a que se rompan y al ser muchas claro, pero me quedé con pena de no poder hacerlo y tener ese recuerdo.
Bueno, que salgo de la tienda y empieza a caer, a caer, a caer, de una forma que ni la moda esa que hay ahora de echarse cubos de agua por encima es parecida.
Truenos, relámpagos, y yo acojonado no, lo siguiente. Las tormentas eléctricas me dan pavor. La última que hubo en Madrid, eran las doce de la noche y yo estaba solo en casa. Fue una tormenta de granizo que cayó hace unos años. Termine encerrado en mi baño, sentado sobre la taza y los pies sobre el cesto de mimbre de la ropa sucia, abrazado a la almohada, diciendo hay mama, hay mamá.
Si,si reiros, pero en la próxima tormenta ya veras como pensáis en mi y en como estaré. Y seguro que alguno se sonríe a mi costa.
Nos refugiamos debajo del soportal de un hotel junto a un Starbucks,  nuestro gran proveedor oficial de wiffi en este viaje y estuvimos haciendo tiempo hasta que escampo. Por fin poco a poco fue parando y pegados a la pared pudimos salir del refugio en el que estábamos, ya que a ratos seguia lloviendo.
Aunque el cielo seguia cubierto, Javi seguia con el capricho de querer subir al edificio tal y ver las vistas de un Chicago mojado y oscuro. Así que detrás de él fui, no sin antes pararme en una pharmacy a comprar un paraguas, pasaba de seguir mojandome, ya que esta vez por aquí no había ni chinos ni negros vendiéndolos por la calle como en Madrid.   ;)
Preguntando llegamos, hicimos poca cola para subir y en 30 segundos subimos 107 piso. 
Madre de dios que velocidad coge ese ascensor, el cerebro bajo a la altura de la pelvis.
No se dice que los hombres pensamos con la cabeza de abajo? Pues yo ahora si.
Superado el mareo salimos a la planta donde tendríamos unas vistas preciosas,  sino hubiera tantas nubes por debajo de nosotros.  Otro Cañón del Colorado en plena ciudad, aunque aquí menos mal veíamos algo más.
Fuimos un par de vueltas viendo toda la ciudad y nos hicimos la foto en la azotea de cristal,  la cual el suelo es de cristal y te ves suspendido en el aire.  Y que por cierto,  la sensación impresiona.
Nos decidimos a bajar en esa caja de velocidad ultrasonica. Entramos y ziummmm.... No había barandilla donde agarrarme, pared en la que apoyar la cabeza, no podía abrir los ojos, y todo mi alma se quedaba varios pisos más arriba, no podía la pobre alcanzarme.
Que malo que me puse. La señora de al lado igual que yo, los dos mirando hacia la pared del ascensos y agarradas cual lápas como si nos fuera la vida en ello, pero ella diciéndo, "respira profundo por la nariz, suelta por la boca". Tuvo que temer que a esa velocidad también saliera mi desayuno hacia arriba.
Al salir me tuvo que sujetar Javi, mis piernas no lo hacían.
Como medianamente pude, salimos del edificio y nos fuimos paseando hacia donde sabíamos que salían los barcos para hacer a las cuatro de la tarde el paseo deseado.
Aprovechamos el tiempo seguir viendo la ciudad y en poder comer algo, y mientras, el tiempo fue clareando. Menos mal.
Al llegar teniamos como media hora por delante, así que aproveche el tiempo de la mejor forma quite se podía hacer.  Mochila de almohada, banco de cama y gorra como antifaz para que la claridad no molestara el sueño.
30 minutos después subiamos al barco.
Con un vaso de cerveza en la mano comenzamos el recorrido por aquel canal que es el orgullo de la gente de Chicago, por el cual pudimos ver la otra cara de los edificios, y los nosecuantos puentes que lo cruzan comunicando ambos lados.
La verdad tengo que decir que.... Dios que calor. En la mañana estaba todo tan oscuro que habían encendido les farolas a las doce del mediodía, además de la que estaba cayendo,  y cuatro horas después no había quien aguantase al sol
El recorrido del tour fue en dos partes. 
La primera,  la ciudad por dentro.
La segunda, abrieron las compuertas que separan el río del mar y salimos a este, haciendo un recorrido por lo que es la costa.
Vuelta de regreso, y de nuevo a caminar dirección hacia el auditorio, donde habíamos visto el día anterior que esa tarde echarían un musical. Debe de ser que no tuvimos bastante con los moz@s de la noche anterior en el bar al escucharles cantar.
El parque estaba hasta arriba de gente, tanto la zona de picnic, como las gradas, así que nos acoplamos en unos escalones que separaban las dos zonas.
Y do comienzo la función. Era un musical, pero en película.. Ohhhhh
Así que al rato nos levantamos y nos fuimos,  ya que no nos enterábamos de nada.
Regresamos al hotel en metro y esa noche Javi prefería quedarse descansando, momento que aprovecho para hacer la colada,  y yo me fui a la zona donde habíamos estado el día anterior.
Lo que paso esa noche  ya queda para mi recuerdo.. ;)
Solo diré que dormí tres horas, ya que a las cinco nos teniamos que levantar para nuestra siguiente escala. 
New York.
501, 502.
1002. 1003. 1004.
DRAFT DAY PELICULA